Dirigir el crecimiento de los asentamientos hacia comunidades existentes que estén lejos de áreas ambientalmente sensibles ayuda a proteger tanto a los residentes como a los hábitats naturales.

La erosión de las playas, gestión de las aguas pluviales, protección del hábitat, envejecimiento de la infraestructura, aumento del nivel del mar, sequías, tormentas e inundaciones – son intensificados por el cambio climático.

Guías para el desarrollo de asentamientos costeros:

  • No permitir estructuras costeras que se internen hacia el mar más de 10 veces la tasa de erosión anual;
  • Permitir únicamente estructuras móviles que se internen hacia el mar un máximo de 60 veces la tasa de erosión anual;
  • Remetimiento de estructuras permanentes – un mínimo de 60 veces la tasa de erosión anual;
  • Guiar desarrollos hacia comunidades existentes;
  • Fomentar los desarrollos compactos y de uso mixto ; y
  • Adquirir y conservar zonas no urbanizables y entornos críticos.

Nota: La tasa de erosión anual considera el aumento histórico del nivel del mar y el hundimiento de la tierra y se vuelve a calcular cada 10 años. Los remetimientos se miden desde la primera línea establecida de vegetación natural permanente.