Las calles plenas permiten a los peatones, ciclistas, motoristas, y al transporte público desplazarse con comodidad y seguridad.

Las calles diseñadas principalmente para el uso vehicular hacen que el caminar, andar en bicicleta o la utilización del transporte público sean poco atractivos, inconvenientes, y en algunos casos inclusive peligrosos. Una calle plena equilibra las necesidades de todas las alternativas de transporte, apoyando el transito seguro de todos los usuarios.

Las calles plenas incluyen:

  • Aceras – de 2 a 3 metros (6 a 10 pies) destinados a la zona peatonal, 1 metro (3 pies) o más para infraestructura (mobiliario urbano, árboles, paradas de autobuses); zona de interface entre el edificio y la acera (varía).
  • Carriles de tráfico – entre 3 y 3.3 metros (10 a 11 pies) para automóviles, 3.3 metros (11 pies) como mínimo para autobuses y camiones.
  • Carril de estacionamiento (opcional) – de 2.2 a 2.5 metros (7 a 8 pies), siendo más ancho si existe ruta de autobús.
  • Carriles de bicicleta – de 1.8 metros (6 pies) cuando el carril es adyacente a la acera; de 5.5 metros (18 pies) cuando se incorporan un carril para bicicletas y el carril de estacionamiento vehicular, incluyendo el espacio necesario para abrir las portezuelas; de 4.3 metros (14 pies) cuando el carril es compartido por bicicletas y autos; de 4.9 metros (16 pies) cuando el carril es compartido por bicicletas y autobuses.