Elementos arquitectónicos asociados a los sistemas que proveen iluminación natural a través del techo (pantallas reflectoras, estandartes, superficies curvas) actúan como difusores de luz solar directa, reduciendo el deslumbramiento y creando niveles de iluminación natural más uniformes.

La luz solar directa proveniente de claraboyas, tragaluces, o monitores puede crear condiciones incómodas y brillo excesivo en superficies donde se llevan a cabo tareas que requieren de una mejor iluminación (áreas de trabajo, escritorios, pantallas o monitores, áreas de lectura, etc.).

Para controlar luz solar directa:

  • Reflejar la luz solar hacia la parte alta de paredes interiores para eliminar zonas brillantes dentro del campo de visión.
  • Incorporar deflectores que permitan la difusión de luz, y/o pantallas reflectoras para interceptar, suavizar y distribuir la luz solar directa.
  • Usar materiales translúcidos o que fomenten la difusión de la luz solar directa.

Sombrear claraboyas y tragaluces de la luz solar directa durante el verano a fin de reducir la ganancia de calor solar.