El aumento de la reflexión de la radiación solar, aunado al incremento de vegetación en las zonas urbanas, reduce la temperatura del aire, la contaminación atmosférica, y el consumo energético.

El desarrollo urbano –caracterizado por la actividad humana, la presencia de edificaciones y pavimento– genera el «efecto isla de calor.» Dicho efecto produce áreas con temperaturas son más altas que las que se registran en el entorno rural.

Actividades de mitigación:

  • Reducir la absorción de radiación solar – reemplazar las superficies oscuras, pavimentos, y techos con recubrimientos negros, con superficies de color claro o “techos frescos.”
  • Aumentar la cobertura de copas de árboles – un aumento de 10 % en la cobertura de la copa reduce la temperatura máxima del aire al mediodía aproximadamente 1 C°.
  • Aumentar la cobertura vegetal – pavimento vegetal, techos verdes, y zonas ajardinadas.

Plantar árboles en las calles a una distancia de 6-12 metros; requerir que zonas de aparcamiento descubiertas cuenten por lo menos con un 50 % de sombra.

Nota: Las superficies «frescas» cuentan con una alta reflectividad solar, y posiblemente una alta emisividad térmica.