Los techos vegetados retienen el agua de lluvia, proporcionan espacios verdes, mejoran la calidad del agua y aire, al mismo tiempo que reducen el consumo de energía.

Tanto la vegetación como la tierra utilizada en un techo vegetado aumentan su aislamiento térmico, lo cual reduce la temperatura ambiente del aire y el consumo de energía del edificio. Los techos vegetados retienen la precipitación, alivian la presión sobre los sistemas de drenaje, protegen las membranas de los techos, reducen el ruido, y filtran contaminantes.

Categorías de techos verdes:

  • Extenso: Espesor de 60-200 mm – capa de protección vegetada para techos con poca capacidad de carga. El suelo poco profundo es adecuado para plantas simples (de bajo mantenimiento).
  • Semi-intensivo: 120-250 mm – techo vegetado con suelos más profundos plantados con  hierbas y arbustos (requieren de mayor mantenimiento).
  • Intensivo: 150-1,000 mm – techos ajardinados con sistema de riego permanente y suelos profundos, adecuados para el césped, arbustos, árboles, calzadas, e incluso zonas de recreo y piscinas (requieren de más mantenimiento).